Obra de Roberto Cedrón

Obra de Roberto Cedrón
Obra de Roberto Cedrón

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Sobre la Cantata



Querer escuchar

“¿y no se la habría de oír en lo que está diciendo o cantando?”


La idea es simple.

El problema no era que nadie había querido hablar, narrar lo sucedido: esos hechos atroces. El problema era –primero, sobre todo– que nadie había querido escuchar.

A grandes rasgos, eso es lo que decía, hace ya muchos años, un señor de apellido Pollak, sobre un episodio histórico, que no viene al caso recordar, porque el tema sigue vigente. Existe lo inenarrable, sin duda. Pero existe, además, lo inaudible.

¿Quién puede escuchar? ¿Quién quiere? ¿Quién se dispone a hacerlo? ¿Quién tiene esa voluntad?

No es fácil escuchar la Cantata. En la obra del Cuarteto Cedrón hay dos cantatas. Ambas son obras mayores. Ambas tienen puntos en común. En este caso, estamos hablando de la que se llama “Del Gallo Cantor”, poesía de Gelman, música de Cedrón. Obra realizada en Argentina, en 1972, grabada al año siguiente por el Cuarteto Cedrón, Paco Ibáñez y François Rabbath. Obra que, como sabemos, conoció el destino de sus creadores. Se fue, se ausentó, vivió en otro lugar, otros la escucharon. Otros la escucharon incluso sin entender cada una de las palabras que ahí se decían/cantaban. Acá no se podía. Primero... porque lo prohibido. Después, porque no era fácil conseguir la grabación (algunos sin embargo lo lograron). Después, porque el tema generaba incomodidad. Después, porque no parecía ser el momento. Después…

Año tras año, ya terminadas las prohibiciones, se lo vio a Tata con esa obra ir de un lado a otro, como se dice que alguna vez se vio a un periodista andar con su propio relato doblado, arrugado, en sus bolsillos, sin encontrar quien quisiera leerlo/oírlo.

Así pasó la dictadura, así pasó también la democracia.

¿Qué es lo que, en la Cantata, no se puede oír? ¿Qué es lo que cuesta? ¿Qué es lo que –por momentos– desgarra?

Es un hecho. No se puede lavar platos mientras se escucha la Cantata. No se puede charlar mientras se escucha la Cantata. No se puede conducir mientras se escucha la Cantata. No se puede cocinar ni masticar ni brindar mientras se escucha la Cantata. No se puede pensar en otra cosa cuando se escucha la Cantata. Lo único que se puede hacer mientras se escucha la Cantata… es escuchar la Cantata. Las historias que ahí se narran y que son ciertas.

Sin embargo, son sólo 22 minutos y algunos segundos los que hacen falta…

Arriesgo una hipótesis.

Si la Cantata no ha sido todavía escuchada en Argentina (a pesar de su reestreno, en el 2015, por el Cuarteto y La Lija unidos… a pesar de la reedición de la versión histórica… a pesar de la nueva grabación que registra lo que pueden las generaciones cuando, precisamente, se unen…) no es solamente por el desgarro… No es solamente por la violencia de los hechos narrados. No es por lo que, en esos hechos, resulta inenarrable sino por lo que aun hoy día resulta inaudible. Inescuchable. Y eso son las añoranzas. El deseo que esta obra encierra. ¿Quién quiere, quién puede hoy escuchar ese deseo?

Recuerdo un texto que Miguel Briante dedicó a la obra de Alberto Cedrón, cito de memoria. La obra de Alberto Cedrón quedó ahí porque no era posible usarla, porque no se podía levantar ni como bandera ni como trofeo, porque no había en ella nada que pudiera asemejarse a un panfleto. Parte de lo que dice Briante le cabe a esta obra.

El que tenga curiosidad puede escuchar la grabación que se adjunta. Pero hay que tener algo más para acompañar las próximas presentaciones en vivo*, para entender y hacerse cargo de lo que (se) cuenta. Para tomar la decisión de estar presente.

Eso también es memoria. Y es, además, otras cosas.

Perica de los Palotes

* El Cuarteto Cedrón y La Lija estarán presentando Del Gallo Cantor. Cantata todos los sábados de noviembre a las 20.30 h en el Teatro El Popular, Chile 2080. Reservas Acá. Son las únicas fechas.


2 comentarios:

  1. Anónimo21:56

    hoy los visite y sali maravillado de tan impactante obra. Del cuarteto, que se puede decir que ya no se haya dicho y Los chicos de La Lija se han ganado un nuevo seguidor. Volvere antes que termine noviembre.
    Besos y abrazos!!
    Marcelo

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